Vivimos en un mundo que no es del todo agradable, existen guerras, odio y violencia por todas partes y todos debemos convivir con todo esto. Siempre estamos diciendo como podrían cambiar las cosas para mejorar el mundo pero ¿qué hacemos para mejorarlo? nunca hacemos nada mas que hablar.
¿Qué pasa si un día despertamos y hacemos las cosas de otra manera? dibujemos una sonrisa en nuestro rostro, ayudemos a la gente que nos rodea, exploremos nuevas cosas en nuestro camino al trabajo, escuela, universidad o a donde sea, volvámonos locos, no vivamos por inercia, sino como si cada día fuera el último, corramos el riesgo de ser diferentes, de esta manera nuestra vida estará llena de momentos para recordar. Solo así podremos cambiar el mundo, siendo una pequeña fracción de diferencia, o por lo menos cambiaremos nuestro mundo.
La imagen está representada con muchos colores, ya que es una muestra de liberación de nuestra imaginación, es por eso que los niños siempre pintan las cosas de muchos colores ya que ellos son muy creativos e imaginativos. La niña de la foto muestra mucha alegría con lo que ha hecho ya que está orgullosa que con sus propias manos, sus locuras y su creatividad creó un mágico mundo en el que solo hay alegría, es su mundo.
La imagen, con sus detalles, colores y concepto nos invita a vivir nuestras vidas de una manera diferente, rompiendo la rutina de nuestro diario vivir con la creatividad que tenemos, dejando salir el niño que llevamos dentro. Si queremos un mundo diferente no esperemos un milagro, seamos pequeños cambios para un mejor mundo